Las reglas estilísticas más disparatadas de la Familia Real británica que probablemente desconocías

Podría decirse que el clan Windsor es una de las dinastías que más historia tiene. El inicio de la Familia Real británica se remonta nada más y nada menos que al 1946, cuando tras la Segunda Guerra Mundial, la Casa Real en cuestión se reunificó oficialmente. A día de hoy, Isabel II es la encargada de seguir con un legado que parece ser eterno, y el cual destaca sobre el resto por contar con ciertas curiosidades de lo más atípicas y que tienen que ver con la vestimenta de alguno de sus miembros.

En primer lugar, llama la atención que los pequeños de la casa siempre suelen llevar pantalones cortos. En la actualidad, destaca Louis de Cambridge, dado que siempre que hace una aparición pública aparece con shorts. Algo que hasta hace un escaso año también hacía su hermano mayor, George. Esto se debe a que, cuando los varones aún no han cumplido los ocho años, están obligados a llevar pantalón corto para seguir así una larga tradición británica reservada para niños más grandes y casi adultos. De esta manera y como si de un mayor se tratase, el futuro heredero al trono británico ya ha podido lucir atuendos más acordes al papel que desempeñará frente a la Corona de cara a unos años, dejando a un lado esa imagen un tanto infantil.

Pero el hijo de Kate Middleton no ha sido el único que ha seguido a rajatabla ciertas pesquisas inglesas. En torno a la Reina Isabel giran un sinfín de reglas estilísticas de lo más sorprendentes. Una de ellas es la obligación que tiene su personal a la hora de ponerse los zapatos de la monarca antes de que ella los use, con el único objetivo de que a ella ni le rocen ni le salgan ampollas. Al parecer, la soberana británica pide a sus empleados que paseen por el Palacio de Buckingham con el calzado que acaba de adquirir, asegurándose así que las piezas que se van a poner son cómodas pese a ser de estreno. De hecho, su diseñadora personal, Angela Kelly, fue una de las que admitió que se había ofrecido voluntaria a estrenar los zapatos de Isabel II, más aún teniendo en cuenta que comparten la misma talla de calzado.

Por otro lado, si algo llama especialmente la atención en cuanto a los looks de la Reina Isabel, es que todos ellos cuentan con colores de lo más vivos. Pero esto no es casualidad, ya que la soberana emplea ciertas prendas con tonalidades brillantes para garantizar que será distinguida entre los demás en una situación de emergencia. De esta manera, aunque la soberana se encuentre inmersa entre cientos de personas, su outfit hará que el personal que viaja con ella pueda diferenciarla y así atenderla siempre que sea necesario.

Pero las rarezas estilísticas que giran en torno a la Familia Real no quedan ahí, y también todos sus miembros tienen prohibido quitarse el abrigo en público, además de que, todas las féminas tienen que hacer uso de medias cuando se enfunden en vestidos o prendas cortas.